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Escuela de la Forma I: El abrazo del Tigre y el Dragón


La Escuela de la Forma es parte inseparable de la Escuela de Tiempo y Espacio del Feng Shui Clásico. Ella representa las reglas y parámetros de organización de los espacios urbanos e internos que propone el Feng Shui, una ves analizados el entorno y la disposición general de formas y volúmenes que lo componen. Los antiguos chinos, al asentarse y construir sus poblados, buscaban la protección de las montañas contra los vientos fríos o ejércitos enemigos, y la cercanía de los ríos y lagos para la irrigación de los cultivos y la comercialización de sus productos. La presencia de las montañas y el agua eran determinantes a la hora de elegir el lugar ideal.

La escuela que estudia la mejor conformación de montañas, ríos y poblados es llamada Escuela de la Forma. Se menciona por primera vez en el texto llamado Zhangshu, o Libro de los Entierros, escrito por el maestro Guo Pu alrededor del año 300 DC. Existe hasta el día de hoy la creencia que si los ancestros están enterrados en un lugar con energías auspiciosas, ellos protegerán y traerán fortuna a sus descendientes. Se trata de encontrar “la cueva del dragón” (long xue), el lugar donde converge el mejor qi desde las laderas de las montañas (venas del dragón) y aquel llevado por los ríos. Este es el propósito del Feng Shui de la Formas. Los ocupantes de una casa construida en un lugar auspicioso son bendecidos con excelente salud y prosperidad.

Los aspectos geográficos están representados por cuatro animales sagrados. En la tradición astronómica china la esfera celeste esta dividida en 4 grandes palacios o constelaciones – el Dragón verde, el Pájaro rojo, el Tigre blanco y la Tortuga negra. Estos Cuatro Palacios celestiales contienen cada uno 7 constelaciones, que componen las 28 constelaciones del zodiaco chino. Los cuatro animales celestiales, protectores y benéficos, se asocian con las estaciones, los colores de las cinco energías y la polaridad yin – yang. Se manifiestan en la tierra de diferentes maneras y poseen características especiales..
La Tortuga negra representa el Norte, el invierno, el Agua y el color negro, es Yin. Atrás, en la espalda, necesitamos protección. La tortuga esta ahí en forma de montaña. Simboliza el soporte, el apoyo y proporciona seguridad y longevidad, buena salud y relaciones estables. Cabe destacar que en algunos escritos se le da el nombre de Guerrero negro.

El Dragón verde representa el Este, la primavera, el elemento Madera y el color verde, es Yang. Esta a la izquierda de la casa y es de menor tamaño que la tortuga. Es un animal fantástico de poderes extraordinarios y simboliza la sabiduría, la abundancia y la prosperidad. Según los propios chinos, existen diferentes tipos de dragones. El dragón de cinco garras solo podía representar las autoridades imperiales, mientras que el de cuatro garras representaba los ministros y oficiales. Este animal mítico y poderoso ejerce hasta el día de hoy una gran fascinación en el pueblo chino. Es fácil entender porque están tan relacionados con las montañas. Se dice que “ las venas del dragón, que se suelen encontrar en las cordilleras, emanan el aliento del dragón, la fuerza de las corrientes terrestres que se mueven por la tierra”.

El Tigre blanco representa el Oeste, el otoño, el elemento Metal y el color blanco, es Yin. Simboliza las virtudes de fuerza y coraje de un guerrero. Esta a la derecha de la casa y es de menor tamaño que el dragón. Protege y defiende de cualquier amenaza y es esencial para la supervivencia.
El Pájaro rojo representa el Sur, el verano, el elemento fuego y el color rojo, es Yang. Se ubica en el frente de la casa, en forma de espacio abierto, o agua. Simboliza las oportunidades, la expansión, la buena suerte. Representa nuestra capacidad de visión y la percepción del entorno.

La teoría del Feng Shui dice que el mejor lugar para una construcción es aquel que tiene claramente definidas en las formas del paisaje circundante los cuatro animales simbólicos. Si todas las formas no están representadas, se considera afortunado si se distinguen por lo menos tres. Si tampoco hay tres, entonces con solo el Dragón basta. Para el buen Feng Shui debe ser visible el símbolo del Dragón, aun en la lejanía. El asentamiento ideal esta conformado por dos colinas, una en cada lado. La colina que representa el Dragón será ligeramente mas alta y prominente que la del Tigre. Cuando una colina continua por detrás de la otra, se considera aun mas beneficioso. Se dice que representan el Tigre y el Dragón en un abrazo.

“El Dragón y el Tigre siempre coexisten y son inseparables, de la misma manera que un imán debe tener un polo sur y un polo norte. Si hay un Dragón, habrá un terreno llamado el Tigre, incluso aunque pueda no ser visible. Del mismo modo, si el paisaje es muy llano, y no es posible ver el Dragón, pero hay una colina en el oeste que sirve como Tigre, entonces el Dragón también debe estar presente por omisión, aunque no sea evidente”.